En el documental “Baraka” se presenta a la humanidad en todos sus aspectos. Desde nativos en tapa-rabos en el medio de la selva hasta los ajetreados hombres y mujeres de la metrópolis podemos ver a la humanidad en todo su esplendor. El documental se cerciora de mostrarnos las diferencias en las vidas de todos estos seres muy diferentes que caen bajo el renglón de “ser humano” y todo sin diálogo. En vez usa la música de fondo, a demás de sonidos de la ciudad y de la naturaleza, para comunicar los sentimientos de los sujetos que caen bajo el lente de la cámara.
Se puede apreciar como la música del documental llena el espacio vacante que deja la falta de diálogo mediante los cambios que toma a través del filme. Cuando la escena está situada en una selva o una sabana, que no están muy poblados ni llenos de edificios, la música se torna lenta y da un sentimiento de tranquilidad. Contrastando a esto la mayor parte de los momentos en las ciudades estaban llenos de energía con música y sonidos más atonales. Se podía apreciar la vida y el caos de la ciudad a través de esos sonidos de carros y de maquinas que hacían parecer que nuestras ciudades eran un panal de abejas. De todas formas esta ley general no iba sin sus excepciones dentro del mismo documental. Los edificios majestuosos y grandes presentados en el documental eran acompañados por música serena sin importar que estuviesen situados en una ciudad o en el medio de la nada. De la misma forma cuando se mostraba una aldea en celebración la música se mostraba más alegre y enérgica reflejando el sentimiento de los aldeanos.
El documental presentaba también otro excelente contraste entre nosotros los humanos. Al igual que estamos propensos a crear grandes ciudades y formar sociedades complejas con poblaciones infladas y cientos de edificios de vivienda para acomodar a estas también tenemos la capacidad de vivir en un entorno más simple sea frecuentando templos, lavando nuestra ropa y bañándonos en un río, y mostrando nuestro conexión a distintas tradiciones y creencias. También se evidencia en el documental la mezcla de estos dos elementos cuando se muestran ciudades de edificios bellos y detallados que tienen un poco del bullicio de la ciudad, pero a la vez mantienen la habilidad de inspirar serenidad con sus obras(los edificios) o la misma gente que los habita. El documental mostraba, incluso, a una comunidad en donde lo que parecían ser soldados armados rondaban con impunidad por las calles y otros vendían armas en el medio de un parque. Esto demuestra como tristemente hay otros humanos que tienen que vivir con el medio de que una fuerza foránea los ataque o si no que sus mismos defensores(los soldados) los desamparen o incluso sean la causa de sus problemas.
En fin el documental a través de sus imágenes, sonidos y música nos presenta como las personas, sus estructuras y obras pueden comunicar una idea o sentimiento en particular. Cuando enseñan a un mono al principio del filme este no comunica nada solo está parado a diferencia de los humanos que sin tener que decir una palabra dan, en el documental, un sentido de su cultura y a veces hasta de una idea ha expresar. Dependiendo en la cultura y el lugar esta “idea” va a ser diferente, pero siempre va a estar presente ya que es parte de lo que es la humanidad.
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